En el Día Internacional de los Manglares la Fundación MarViva hace un llamado a su conservación
El 26 de julio se fijó como el Día Internacional de la defensa del Manglar para conmemorar aquella fecha de 1998 en que un activista murió durante una acción de reforestación de una zona de manglar devastada. MarViva ha centrado sus acciones precisamente en lograr el diseño e implementación de planes de manejo comunitarios, como estrategia para la planificación y ordenamiento espacial de las actividades humanas que se desarrollen en estas zonas estratégicas marino/costeras del Pacífico colombiano.
Bogotá, julio 26 de 2010. La Fundación MarViva conmemora el Día Internacional de la Defensa del Manglar, haciendo un llamado a favor de su conservación y la implementación de acciones y planes de manejo que favorezcan las acciones humanas que se benefician de estas zonas que marcan la transición entre el mar y la tierra.
En el Día Internacional de la Defensa de los Manglares se recuerda al activista micronesio, de Greenpeace, Hayhow Daniel Nanotom quien murió de un paro cardiaco durante una acción de reforestación de una zona de manglar devastada por la instalación ilegal de una langostinera en Muisne Ecuador.
Carlos Vieira, Gerente de Comunidades de la Fundación MarViva destaca la importancia de estos ecosistemas que conforman la zona costera de muchas regiones del mundo y el papel que desempeñan en beneficio de las comunidades que viven del uso de sus recursos: Estos bosques son valiosos debido a su importancia ecológica y sus contribuciones socioeconómicas. Sus maderas pueden ser aprovechadas para el autoconsumo o comercialmente. Del manglar se extrae madera de construcción, leña, carbón, taninos y medicinas. El manglar protege las larvas y estadios juveniles de variadas especies de peces y mariscos que son explotados comercialmente y para la seguridad alimentaria en las zonas costeras.
Estos ecosistemas no sólo ofrecen hábitat propicios para muchas especies de aves migratorias y permanentes, bajo sus raíces se desarrollan muchos peces y mariscos vulnerables o en peligro de extinción asegurando la sustentabilidad de la industria pesquera.
Adicionalmente a la presencia de una rica biodiversidad, su valor ecológico y económico radica en que contribuyen con nutrientes y material orgánico que son de gran importancia para productividad primaria y secundaria en las aguas costeras y protegen el litoral del impacto del oleaje y controlan la erosión, destaca el Biólogo de la Fundación.
En esta celebración, lo que se busca es hacer conciencia acerca de la desaparición y disminución de las especies silvestres de sus hábitats naturales, producto de la actividad productiva de los seres humanos que no se enmarcan en un modelo de desarrollo sostenible.
Por esta razón, MarViva hace un llamado para conservar el ecosistema manglar, por que aún conociendo todos sus beneficios, el 75% de los mangles han sido destruidos y los que quedan están en peligro de desaparecer.
En contraste con el reconocimiento que en la literatura se hace de la alta biodiversidad y riqueza biológica de los manglares, y de los bienes y servicios que ofrece, poco se sabe acerca de propuestas y acciones en materia de manejo, legislación, dinámica de funcionamiento de las comunidades ligadas al manglar, su importancia económica/financiera de sus recursos como ecosistema.
Este desconocimiento refleja, en la práctica, la poca prioridad dada a estas zonas, comparadas con otras áreas y ambientes marino-costeros. Por esta razón la Fundación MarViva en Colombia ha centrado sus acciones precisamente en lograr el diseño e implementación de planes de manejo comunitarios, como estrategia para la planificación y ordenamiento espacial de las actividades humanas que se desarrollen en estas zonas estratégicas marino/costeras del Pacífico colombiano.
Notas de editor
MarViva cumple con su misión a varios niveles: apoya la gestión, control y vigilancia de varias Áreas Marinas Protegidas; proporciona asesoría legal a gobiernos a fin de promover la gobernanza, la creación de nuevas áreas marinas protegidas, y un ordenamiento espacial marino sostenible; colabora con gobiernos, sociedad civil y comunidades locales para promover formas sostenibles de ordenamiento espacial marino, y trabaja por la concienciación social, a todos los niveles, sobre la conservación marina: publica, apoya y promociona trabajos científicos sobre conservación marina; apoya la investigación; coproduce documentales, y organiza campañas. MarViva se fundó en 2002.
En Colombia, MarViva trabaja con comunidades locales, autoridades y asociaciones de pescadores artesanales del Pacífico colombiano por hacer que la delimitación temporal de cinco millas como zona exclusiva de pesca artesanal sea una medida permanente y que la actividad pesquera sea viable económicamente como sostenible desde el punto de vista medioambiental.
Desde el lado de los consumidores, MarViva trabaja en alianza con restaurantes que como Wok promueve el uso y el consumo responsable del recurso, desde su papel dentro de la cadena de valor de la pesca y el consumo responsable.
ETICA PARA EL DESARROLLO
Publicado por Esquina Verde | 13:01 | desarrollo, esquina verde, etica, evolucion, humanidad, valores, vida | 2 comentarios »La basura, siempre un tema crítico en nuestra ciudad ha tomado un rumbo muy diferente gracias a una medida que hasta hoy sigue causando polémica: la entrada de los operadores privados de recolección de basuras. Aunque diversas opiniones han surgido al respecto, hay aceptación entre el grueso de los usuarios, puesto que este cambio se ha traducido en más barredores, modernos vehículos de recolección y mayor puntualidad en el servicio. Pero ni este gran revolcón ha logrado proponernos acciones más contundentes en pro de fomentar el buen hábito del reciclaje entre la ciudadanía. Al parecer, lo que ha sido el basuro de Navarro y lo crítico de su situación no han servido de lección para entender las graves repercusiones del mal manejo de los residuos.

Aproximadamente, llevo un año separando mis residuos, primero de forma personal y después familiar, descubriendo una forma sencilla de beneficiar con creces a la naturaleza. Sin embargo, es desalentador ver el poco interés de las entidades responsables de los residuos en contribuir al reciclaje, evidenciado en la recolección indiscriminada de cuanto material se postra en las calles, convirtiendo lo aprovechable en inservible en una mezcla perjudicial para el ambiente. Si quienes nos esforzamos haciendo la separación queremos que nuestra labor no sea en vano, debemos velar por sacar nuestras bolsas muy temprano en la mañana para que los recicladores, quienes con su labor nos permiten hacer este importante aporte ecológico, tengan oportunidad de tomar lo que les sirve para vivir. Es una competencia improductiva de camiones contra carretas, una guerra por acumular y subsistir, cuando su cooperación podría hacer que todos ganemos; nosotros, ellos y el mundo en que todos vivimos.
De otro lado está la indiferencia de gran parte de la ciudadanía. Creo que son muy pocos los que nunca en su vida hayan escuchado sobre el reciclaje y aún menos los que no dimensionan lo problemático de las basuras, de lo contrario nadie tendría afán por deshacerse de ella. Sin embargo, en el mundo presuroso en que vivimos donde prima lo más que sea más eficiente y rápido, es difícil convencer a la atareada sociedad de tomarse unos segundos para botar sus desechos, lo que generalmente se hace sin reflexión alguna. Únicamente, mediante una educación ambiental permanente de todos los sectores sociales, se entenderá el separar nuestros residuos como una acción facilitadora del reciclaje, limpiadora del ambiente, reductora del impacto ecológico, ahorradora en todos los sentidos y socialmente benéfica. Con esto claro, se comprenderá que vale la pena pensar antes de botar.

Los caleños hoy estamos escribiendo una nueva página en el capítulo del manejo de los residuos. Con un nuevo relleno sanitario y el cierre de un basuro que aún no termina de impactar ni de recordar la imprudencia de un pueblo ambientalmente inculto, tenemos la oportunidad de reorientar el rumbo y avanzar hacia una ciudad más amigable con su entorno. Si seguimos igual, olvidando lo que fue una montaña de basura de 68 metros de alto y de 12.000 m2 de extensión y de todo su lastre de contaminación, ¿repetiríamos la historia, cubriendo indiscriminadamente de más basura y muerte otro rincón de esta bella Esquina Verde del Planeta? Ciertamente tenemos el derecho y el deber a no reconstruir Navarro, entre todos y todas cambiar en conjunto y conseguir una Cali con más conciencia, con más cultura ambiental, una Cali con derecho a Reciclar.

Aproximadamente, llevo un año separando mis residuos, primero de forma personal y después familiar, descubriendo una forma sencilla de beneficiar con creces a la naturaleza. Sin embargo, es desalentador ver el poco interés de las entidades responsables de los residuos en contribuir al reciclaje, evidenciado en la recolección indiscriminada de cuanto material se postra en las calles, convirtiendo lo aprovechable en inservible en una mezcla perjudicial para el ambiente. Si quienes nos esforzamos haciendo la separación queremos que nuestra labor no sea en vano, debemos velar por sacar nuestras bolsas muy temprano en la mañana para que los recicladores, quienes con su labor nos permiten hacer este importante aporte ecológico, tengan oportunidad de tomar lo que les sirve para vivir. Es una competencia improductiva de camiones contra carretas, una guerra por acumular y subsistir, cuando su cooperación podría hacer que todos ganemos; nosotros, ellos y el mundo en que todos vivimos.
De otro lado está la indiferencia de gran parte de la ciudadanía. Creo que son muy pocos los que nunca en su vida hayan escuchado sobre el reciclaje y aún menos los que no dimensionan lo problemático de las basuras, de lo contrario nadie tendría afán por deshacerse de ella. Sin embargo, en el mundo presuroso en que vivimos donde prima lo más que sea más eficiente y rápido, es difícil convencer a la atareada sociedad de tomarse unos segundos para botar sus desechos, lo que generalmente se hace sin reflexión alguna. Únicamente, mediante una educación ambiental permanente de todos los sectores sociales, se entenderá el separar nuestros residuos como una acción facilitadora del reciclaje, limpiadora del ambiente, reductora del impacto ecológico, ahorradora en todos los sentidos y socialmente benéfica. Con esto claro, se comprenderá que vale la pena pensar antes de botar.

Los caleños hoy estamos escribiendo una nueva página en el capítulo del manejo de los residuos. Con un nuevo relleno sanitario y el cierre de un basuro que aún no termina de impactar ni de recordar la imprudencia de un pueblo ambientalmente inculto, tenemos la oportunidad de reorientar el rumbo y avanzar hacia una ciudad más amigable con su entorno. Si seguimos igual, olvidando lo que fue una montaña de basura de 68 metros de alto y de 12.000 m2 de extensión y de todo su lastre de contaminación, ¿repetiríamos la historia, cubriendo indiscriminadamente de más basura y muerte otro rincón de esta bella Esquina Verde del Planeta? Ciertamente tenemos el derecho y el deber a no reconstruir Navarro, entre todos y todas cambiar en conjunto y conseguir una Cali con más conciencia, con más cultura ambiental, una Cali con derecho a Reciclar.
Juan Sebastian
esquina econatural
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